Muchas teorías circulan sobre cómo serían nuestros primeros
encuentros con razas extraterrestres e incluso algunos gobiernos han admitido
tener preparados planes de contingencia en caso de contacto
alienígena hostil.
La existencia de estos protocolos y estudios sobre el posible
contacto entre nuestra civilización y otra extraterrestre —lo que se denomina
“exopolítica”— se hacen eco, en parte, de las advertencias del reconocido
físico Stephen Hawking, que sospecha desde hace años que cualquier
visita foránea tendría como objetivo extraer nuestros recursos naturales… y
posiblemente destruirnos. Esta semana, Discovery estrena en México Archivo Extraterrestre, programa en el que
esta hipótesis es abordada.
“Si los extraterrestres nos visitaran, creo que
el resultado sería como cuando llegó Cristóbal Colón por primera vez a América,
algo que no resultó muy bien para los nativos”, afirmó Hawking.
En el pasado, el físico se había demostrado a favor de
la colonización de otros planetas, argumentando que aseguraría la
supervivencia de la raza humana en caso de una guerra nuclear o una colisión de
asteroides que dejara a la Tierra inhabitable.
Ahora, en cambio, Hawking duda de los motivos altruistas de
otras civilizaciones y advierte que los extraterrestres podrían, de hecho, ser
exactamente iguales a nosotros en nuestros motivos egoístas de explorar —y
explotar— el espacio.
¿Será para tanto?
Viejos incidentes, nuevas dudas
Si es que existen razas alienígenas tan inteligentes como para
encontrarnos, han sabido disimular sus visitas bastante bien, a pesar de los
frecuentes avistamientos e historias de abducciones que han alimentado el
imaginario colectivo desde hace ya varias décadas.
Decididos a probar su existencia, algunos estudiosos de la
ufología han buscado incansablemente evidencia de contacto a lo largo de la
historia, formulando teorías que abarcan desde la construcción de las pirámides
en Egipto hasta la curiosa hipótesis de que las deidades de nuestros
antepasados eran realmente seres de otros mundos.
Otra de ellas, por supuesto, se refiere a la posible búsqueda de
recursos a la que alude Hawking. Y, de hecho, hay varias historias al respecto.
En 1971, por ejemplo, se registró el avistamiento de un
OVNI en una mina de uranio a cielo abierto en el condado de Karnes, en
Texas. El uranio es utilizado para alimentar reactores nucleares,y también fue
usado para elaborar municiones y blindajes de alta resistencia como los que
posiblemente causaron el síndrome del Golfo. Para el humano, la exposición
a este metal es muy dañina, en parte por su radiación, pero especialmente por
su alto nivel de toxicidad.
Según el registro del avistamiento, el objeto no identificado
era tan brillante que iluminó el desierto nocturno como si fuera de día y hasta
dejó marcas de su presencia en el suelo. Los testigos, un grupo de mineros
cumpliendo el turno nocturno, quedaron conmocionados por el extraño
espectáculo.
“Alrededor del perímetro de la nave había cien rayos de luz que
se alternaban en todos los colores del espectro. Ahora sé que eran rayos. Al
principio, el OVNI se levantó despacio y salió de vista en unos diez segundos”,
dijo Marcus Harvey. “Yo lloraba y temblaba, como todos los demás”.
Al momento de la aparición del OVNI, los trabajadores se
encontraban a menos de un metro de un yacimiento directamente localizado sobre
el metal. Dos días luego del incidente, la capa de roca que lo cubría había
desaparecido y el uranio se había convertido en una sustancia blanca, parecida
a la tiza, sin radiactividad.
“Creo que el OVNI necesitaba el uranio por algún motivo”,
especuló el testigo.
Otros incidentes reportados a lo largo de los años involucran
extrañas manipulaciones de los sistemas de defensa de algunos países, como el
de la base de la fuerza aérea estadounidense Malmstrom, en el condado de
Montana.
Según la historia, la mañana del jueves 16 de marzo de 1967,
empleados del centro de control Echo reportaron que habían visto un
OVNI sobrevolando las instalaciones. El avistamiento se realizó frente a
muchos equipos de seguridad y mantenimiento que habían acampado en las
instalaciones luego de realizar trabajos la víspera previa.
Durante ese tiempo, en que sonó la alarma de la base, los
controles indicaron que los diez misiles Minuteman de las instalaciones se
habían vuelto inoperables uno por uno. Este incidente replicó a otro que
había ocurrido esa misma mañana, en el centro de control Oscar, a unos 30
kilómetros del lugar.
La investigación posterior no logró dar con explicaciones del
todo satisfactorias. Según Robert Kaminsli, el líder de la investigación: “No
hubo fallas significativas, datos de ingeniería ni hallazgos que pudieran
explicar cómo los diez misiles dieron la alerta”.
La teoría en ese momento fue que un fuerte pulso
electromagnético se envió a la base desde una fuente desconocida y atravesó el
sistema de seguridad. Los documentos de la investigación de Echo,
ahora desclasificados, dan prueba del incidente, aunque también se
limitan a decir que los “rumores sobre objetos voladores no identificados
en el área no fueron corroborados”.
Sin embargo, las organizaciones de aficionados a los
OVNIs citan en esas fechas otros avistamientos publicados en
periódicos locales, con descripciones similares a las que inicialmente
involucrara a la base Malmstrom.
¿Qué interés podían tener los extraterrestres en desactivar las
defensas de la base?
“No venimos en paz”
Para Hawking, cualquier tipo de vida lo suficientemente
inteligente como para encontrarnos estará sencillamente en busca de recursos
que explotar: “Solamente debemos mirarnos a nosotros mismos para demostrar que
tal vez no querríamos conocer otras formas de vida inteligente”, dijo.
Es un argumento interesante. Nuestros propios intentos de
colonización espacial y búsqueda de riquezas espaciales son lo bastante
similares como para creer que, de haber otras razas, estarán haciendo lo mismo.
Entre nuestros planes para las próximas décadas, por ejemplo, se
incluyen posibles bases lunares, cultivo de plantas para futuras
colonias, nuevas misiones e incluso asentamientoslunares. La constructora
japonesa Shaimitzu Corporation, además, planea instalar grandes paneles
fotovoltaicos a lo largo del Ecuador de nuestro satélite para aprovechar
la energía solar.
Incluso una nueva forma de fiebre del oro ha llegado
al espacio, con proyectos para la extracción de este metal en asteroides
cercanos y hasta Marte se ha configurado en el destino de moda gracias al
proyecto Mars One, obra de una empresa holandesa que planea crear la
primera base marciana poblada para 2023, y emitir un reality para escoger a los
candidatos.
Y no son los únicos planes: la NASA y la Agencia Espacial
Europea planean enviar la primera misión tripulada al planeta rojo
eventualmente y continuar con su tradicional recolección de muestras y estudios
atmosféricos.
Queda claro que todas nuestras incursiones no tienen sólo la
intención de estudiar el espacio que nos rodea, sino que planean también
evaluar la viabilidad de nuestros esfuerzos por colonizar otros
planetas. En este contexto, las sospechas sobre posibles contactos
alienígenas son más que razonables.
La hipótesis de la Tierra especial, de hecho, sostiene que
la vida en nuestro planeta se dio como resultado de un conjunto tan extraño de
eventos espaciales y geológicos, que su coincidencia hace que seamos uno de los
pocos planetas en el Universo —tal vez el único— con este tipo de
características. Si existieran otras formas de vida, ¿qué quita que no quieran
aprovechar esas riquezas tan poco comunes?
Más allá de los miedos, lo cierto es que la búsqueda de contacto
continúa. Desde el lanzamiento de las sondas Voyager en la década de 1970,
a los proyectos internacionales de búsqueda de vida extraterrestre —como el del
Instituto SETI—, seguimos enviando mensajes y esperando señales de vida más
allá de la Tierra. Si las sospechas de Hawking tienen algún fundamento y estos
seres son realmente parecidos a nosotros, pues, se harán oír.
¿Tú qué crees? ¿Nos están visitando seres de otros planetas?
tudiscovery.com
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