LE ATERRA LA
POSIBILIDAD DE QUE EL PROPIETARIO DECIDA ECHARLE
Tras más de 4.500
años pagando el alquiler de una pirámide, un faraón se arrepiente ahora de no
haber adquirido una en propiedad en su día. “Me habría salido a cuenta”, ha
declarado el faraón, que también optó en el momento de su muerte por un método
de embalsamamiento más económico y su momia se encuentra en peor estado que la
de otros faraones.
“Yo era un faraón
‘freelance’ y no me hubiera concedido una hipoteca nadie, pero tras casi cinco
milenios viviendo en ella habría pagado la pirámide hace mucho tiempo y ahora
tendría un lugar donde caerme muerto”, explica el faraón, cuyo cuerpo no ha descansado
nunca en paz por culpa de no haber querido comprar la pirámide cuando tuvo
ocasión. Según dice, le gustaría poder dejar algo en herencia a sus hijos, que
fueron enterrados en vida en una cámara cercana a la suya.
“La mitad de las
trampas y maldiciones no funcionan y no voy a pagar las reparaciones de mi
bolsillo porque invertir en una pirámide de alquiler es de tontos”, reconoce.
El faraón, que teme
seguir pagando alquiler toda la eternidad y no poder reposar tranquilamente,
admite ahora que “tampoco tuvo mucho sentido arrancarle la lengua a mis criados
para que no reveleran los intrincados laberintos de la pirámide” teniendo en cuenta
que, siendo una residencia de alquiler, “probablemente mucha gente haya estado
aquí antes que yo”.
El único consuelo
del faraón, según confiesa él mismo, es que “al menos el alquiler es de renta
antigua”.
El Mundo Today
Kike García
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